La piel sufre constantemente las agresiones externas. Por ello las personas contamos con una barrera protectora de la piel que nos protege de las agresiones y nos regula la pérdida de hidratación. Si hay algún problema con la barrera cutánea, la piel puede sufrir consecuencias.
Como os contamos, cuando la piel se ve alterada suelen aparecer algunas consecuencias: deshidratación, envejecimiento prematuro, pérdida de la elasticidad y flexibilidad.
Dado el caso, las consecuencias pueden agravar la salud cutánea incitando nuevas líneas de sequedad, piel áspera, tirantez, descamación o picor.
¿Y qué significa que la piel esté seca? Que no produce la cantidad de hidratación natural que debería o que la pierde mucho más rápido de lo habitual.
¿Cómo afecta el frío a la barrera protectora de la piel?
El frío es una agravante de síntomas de piel atópica o de piel sensible. Las capas superficiales de la piel sufren más todavía con las agresiones externas del invierno. La caída de las temperaturas, el viento, la sequedad ambiental, la contaminación… Todos ellos aumentan la sensibilidad de la piel.
Para lucir una piel radiante, suave y flexible también durante los meses más fríos, recomendamos iniciar una rutina de cuidados para mantener el estado natural de la piel.
¿Qué hacer?
- Llevar una limpieza completa. Sobre todo una limpieza facial. El rostro tiene una piel más sensible y propensa a problemas como eczemas por dermatitis o rojeces con picor.
- Usar un jabón con aceites con un alto contenido en nutrientes. Esto devolverá la vitalidad y la luminosidad que nuestra piel necesita.
- Aplicar crema hidratante con activos humectantes, nutritivos y regeneradores. En el caso de la piel del cuerpo, aconsejamos usar un body milk que aporte hidratación y calme las zonas irritadas. De este modo ayudamos a proteger nuestra piel y a regenerar la barrera protectora dérmica.
- Usar cosméticos que tengan un aporte de ácido hialurónico. Conseguimos reactivar el colágeno y la elastina de la piel.
Proteger la piel con VEA Cosmetics
- Pasta protectora con Óxido de Zinc. VEA ZINCO: contiene vitamina E y Óxido de Zinc. Formulado para disminuir el enrojecimiento y grietas de la piel. Especial para axilas, ingle y pliegues de la piel.
- Aceite base con Vitamina E 100%. VEA OLIO: es ideal para pequeñas zonas. Resulta útil en los casos de piel seca, enrojecida o agrietada por agentes externos (frío, detergentes, sustancias químicas, etc.)
- Aceite seco con vitamina E pura nebulizada. VEA SPRAY: es idóneo para aplicar en amplias superficies cutáneas. Ofrece protección de la piel sensible y fina en estado de sequedad o enrojecimiento. Puede usarse en la zona perianal o genital.
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