Vuelta al cole es igual a rutina. Volver a los horarios habituales, las extraescolares, los hábitos responsables y los dolores de cabeza que nos dan las comidas que tenemos que preparar a los más peques: ¿estarán comiendo bien, demasiado? ¿Tendrán todas las vitaminas para poder afrontar el día con energía? Hoy en Farmacia Rocafort hablamos de ello y os doy algunas ideas que pueden aliviaros un poquito ese dolor de cabeza en el almuerzo y la merienda.
Las comidas de los niños
La Asociación Española de Pediatría (AEP) propone cinco comidas al día para la alimentación cotidiana de los niños. Es decir, además de las tres comidas principales, los menores no pueden olvidar el aporte energético y nutricional del almuerzo a media mañana y, como no, de la merienda, quizás uno de los momentos preferidos de los más pequeños.
La AEP señala que, en la distribución dietética infantil del día, la merienda debe representar un 15 % del valor calórico total. Su papel es primordial, ya que les aporta la energía necesaria para pasar la tarde de forma activa hasta la cena.
Nosotros, los padres, no solo debemos asegurar el aporte calórico adecuado, sino que es importante crear un buen hábito en los pequeños y procurar que las comida sean nutritivas y equilibradas.
¿Qué comen mis hijos? Ideas de almuerzo y merienda
Hoy os voy a dar pequeñas ideas y trucos que yo misma utilizo para el almuerzo y las meriendas de mis hijos, pues uno de mis objetivos es consolidar buenos hábitos alimentarios, así pues, evito siempre caer en la tentación de ofrecerles procesados o ultra procesados azucarados como galletas, batidos o bollería industrial.
– Tomatitos cherry con queso fresco, incluso entre rebanadas pan.
– Aguacate y tomatitos a trozos o en bocata.
– Humus de garbanzos y pimiento asado con rosquilletas o en bocata.
– Chips de zanahoria y boniatos hechos en casa.
Intentar, sobretodo, que el pan que utilicemos sea integral en la medida que podamos.
También se pueden incluir lácteos en estas comidas, pero hay que tener en cuenta un
par de cosas:
– Podría disminuir el apetito en la siguiente comida, ya que son saciantes.
– Puede contribuir a un exceso de proteínas en la dieta infantil, si solo ofrecemos
lácteos en desayuno y almuerzo o merienda (es decir, 2 veces en el día) no hay
problema.
La mejor opción para ambos casos siempre es la fruta, aunque mis hijos, por ejemplo, no siempre quieren fruta y se suelen cansar de tomar siempre lo mismo. A mí me suele funcionar el hecho de recordarles que hay que tomar cinco raciones de frutas y verduras al día, y que repetir nunca es demasiado, aunque es cierto que es difícil.
Como opción saludable a los procesados, se pueden realizar galletas caseras con harina o copos de avena y plátano o manzana, bizcochitos caseros de zanahoria o calabaza…
Más ejemplos de almuerzos o meriendas saludables
– Fruta fresca + yogur natural.
– Fruta fresca.
– Yogur vegetal + fruta fresca.
– Galletas caseras con avena y plátano.
– Tostada integral con crema de cacahuetes + fruta.
– Bocata o tostada de queso fresco con aceite de oliva.
– Frutos secos + yogur natural o vegetal (niños mayores de 5 años).
Lo importante al final es organizarse la semana con el tipo de alimento que vamos a dar en los almuerzos y meriendas. Por ejemplo, yo con mis hijos pongo lunes, miércoles y viernes para almorzar fruta y martes y jueves para merendar fruta. Martes y jueves para almorzar algún bocata de lo que hemos comentado. Y meriendas de lunes, miércoles y viernes, sueles ser algún lácteo con fruta o algún bocata (siempre tamaño pequeño). De esta manera ellos siempre suelen saber lo que les toca cada día y no hay ningún problema.
Espero que os hayan servido mis consejos y mis ideas; aun así, recuerdo que cada niño es un mundo, y que no todo puede funcionar en todos.
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