Las siglas AINE identifican a un grupo muy numeroso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, con acción antiinflamatoria (para la inflamación), analgésica (para el dolor), antipirética (para disminuir la temperatura corporal), uricosúrica (eliminación de ácido úrico) y antiplaquetaria (para evitar coágulos).

 

¿Cuál es su función?

 

La función principal de los antiinflamatorios no esteroideos es inhibir a la enzima ciclooxigenasa (COX), que permite la síntesis de moléculas que trabajan sobre la agregación plaquetaria y la vasoconstricción local y sustancias que ayudan a mantener un ambiente interno estable y constante, interviniendo en el dolor, la inflamación y el desarrollo anárquico de células o tejidos anormales.

La enzima ciclooxigenasa (COX) presenta dos isoformas, COX-1 y COX-2. La COX-1 promueve la producción de sustancias protectoras en la mucosa gástrica, el riñón y las plaquetas. La COX-2 participa en la acción inflamatoria, las funciones de las proteínas y en procesos relacionados con la ovulación y la reproducción.

Hoy día, existen estudios que acreditan que, en etapas avanzadas del proceso inflamatorio aumenta la aparición de una proteína con anticuerpos anti-COX-2, pero no identificada como COX-2. Esto podría resultar en una tercera isoforma de la COX, aún sin definir, con efectos antiinflamatorios que ayudarían a reparar el tejido inflamado.

 

Clasificación de los antiinflamatorios no esteroideos

 

El uso de antiinflamatorios no esteroideos está muy extendido, no solo por todas sus propiedades sino también porque algunos medicamentos del grupo de AINEs disminuyen el riesgo de sufrir infartos de miocardio o de desarrollar cáncer colorrectal. Pero es importante conocer los inconvenientes del uso abusivo de antiinflamatorios no esteroideos y sus efectos secundarios.

Un consumo descontrolado de AINEs puede causar problemas gastrointestinales (como úlceras gástricas) y fallos renales (como glomerulopatía o nefritis intersticial). Adicionalmente, los antiinflamatorios no esteroideos también pueden provocar erupciones, hipertensión arterial, problemas cardíacos y retención de líquidos. En este sentido, las prostaglandinas resultantes de la COX-1 son clave en las funciones fisiológicas básicas y las resultantes de la COX-2 participan en procesos inflamatorios y de proliferación celular. Por ello, la inhibición de la COX-1 explicaría los citados efectos nocivos derivados del consumo de AINEs.

Con esta información, hacemos una clasificación de los antiinflamatorios no esteroideos según su capacidad relativa de inhibir la COX-1 y/o la COX-2:

  • Principios activos aparentemente igual de selectivos por las dos isoformas de la COX: ibuprofeno, ketorolaco y piroxicam.
  • Los inhibidores mucho más potentes sobre la COX-1 que sobre la COX-2: flurbiprofeno, ketoprofeno, tolmetina, naproxeno, sulindaco, indometacina, sicilatos.
  • Principios activos más contundentes sobre la COX-2 que sobre la COX-1: nabumetona, diclofenaco.
  • Los inhibidores preferentes de la COX-2: meloxicam y los coxibs.
  • El paracetamol no inhibe ni la COX-1 ni la COX-2.

 

¿Cuándo usar antiinflamatorios no esteroideos?

 

Sin perder de vista la importancia de consultar con un profesional sanitario antes de consumir cualquier tipo de medicamento, el uso clínico más común de los principios activos anteriormente expuestos, es:

  • Celecoxib: artrosis, artritis, dolor, inflamación y reducción de pólipos en colon y recto.
  • Diclofenaco: artritis reumatoide, artrosis, cólico renal, dismenorrea y postoperatorios.
  • Flurbiprofeno: artritis reumatoide, dolor, inflamación, rigidez por osteoartritis y sensibilidad .
  • Ibuprofeno y naxopreno: antirreumático, artrosis, dismenorrea, dolor agudo y fiebre.
  • Indometacina: ataque agudo de gota, espondilitis anquilosante y procesos febriles.
  • Meloxicam y piroxicam: artritis reumatoide, artrosis, dolores crónicos e inflamación.
  • Nabumetona: artritis reumatoide, dolor, inflamación, rigidez por osteoartritis y sensibilidad.
  • Parcetamol: antipiréticos, gastritis, hemofilia, intolerancia a sicilatos, resfriado común y uso anticoagulante o uricosúrico.
  • Sicilatos (AAS): cefaleas, dismenorrea, otitis, origen canceroso, postoperatorios y sinusitis .
  • Sulindaco: artritis reumatoide, ataques agudos de gota, espondilitis anquilosante, osteoartritis.
  • Tolmetina: artritis reumatoide, dolor, inflamación, rigidez por osteoartritis y sensibilidad.
  • Ketrolaco: conjuntivitis alérgica, cataratas y dolores a corto plazo.
  • Ketoprofeno: artritis reumatoide, dolor, inflamación, rigidez por osteoartritis y sensibilidad.

Todos estos principios activos pueden tener efectos secundarios nocivos e interactuar con otros medicamentos que estemos tomando. Es importante consultar con un profesional sanitario antes de hacer uso de cualquiera de ellos.