El sodio (Na) es el elemento químico más importante dentro de los metales alcalinos. Por cantidad, ocupa el sexto lugar entre los elementos químicos de la corteza terrestre y el segundo en el agua de mar.

 

Funciones del sodio en el cuerpo humano

 

Cuando el sodio entra en el cuerpo humano se transforma en electrolito y todas las formas de vida superiores requieren un equilibrio intracelular y extracelular de electrolitos (homeostasis) para funcionar adecuadamente.

Una de las funciones de sodio es empujar el agua hacia dentro de las células y prevenir su deshidratación. Y, ayudado por el potasio, que empuja los residuos fuera de ellas, las auxilian en sus funciones.

El potasio y el sodio juntos mantienen el ‘potencial de membrana’, que separa el interior del exterior de una célula. El papel del sodio, es el de aportar la energía necesaria para transmitir y generar impulsos nerviosos que:

  • Favorecen las funciones cardíacas.
  • Posibilitan las contracciones musculares (irritabilidad muscular) que hacen reaccionar a los músculos frente a estímulos, evitan calambres y ayudan a regular el ritmo cardíaco.

 

Asimismo, el cuerpo humano utiliza el sodio para dirigir la presión arterial, controlar el volumen sanguíneo y regular el pH de la sangre, favoreciendo el transporte y absorción de nutrientes y participando en el equilibrio ácido base.

 

Nivel de sodio alto y nivel de sodio bajo

 

Un nivel de sodio bajo sucede cuando nuestra sangre contiene cantidades insuficientes de sodio o demasiada agua. A esta carencia se la conoce como hiponatremia y suele darse en personas mayores, enfermos de cáncer de pulmón o personas con problemas de riñón, hígado, corazón, neumonía, infecciones urinarias o deportistas que entrenan cinco o más horas diarias. Una hiponatremia es peligrosa y puede causar convulsiones, coma, debilidad muscular y fallecimiento.

Cuando no nos sea posible ingerir la cantidad de sodio que necesita nuestro organismo, recurramos a suplementos de sodio de venta libre en farmacias. Pregunta al farmacéutico por el complemento de sodio más adecuado a tu caso particular y el modo apropiado de consumirlo.

Cuando nuestro nivel de sodio es demasiado alto lo llamamos hipernatremia. Sucede porque nuestro organismo está deshidratado, y puede ocurrirle a cualquier persona que retenga líquidos, consuma diuréticos o padezca episodios de sudoración excesiva, diarrea aguda o vómitos. Una hipernatremia puede originar hipertensión, confusión, convulsiones, coma, sacudidas musculares y fallecimiento. Frente a deshidrataciones leves o moderadas, la recomendación sanitaria es tomar sueros orales de venta libre en farmacias para recuperar el agua y electrolitos perdidos durante el proceso.

Calculando que una cucharita rasa de café incluye 4000 mg de producto, tengamos presente que la cantidad mínima de sodio que necesita el organismo es de 500 mg al día y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no exceder los 2500-5000 miligramos diarios de sodio por adulto, lo que equivaldría a una cucharita rasa de café, más o menos. No existen cantidades diarias específicas de sodio para bebés, niños y adolescentes. Pero, para un crecimiento saludable, se recomienda:

  • 120 mg en bebés menores de 6 meses.
  • 370 mg en bebés de 6 a 12 meses.
  • 1000 mg para niños de 1 a 3 años.
  • 1200 mg entre los 4 y 8 años.
  • 1500 mg para adolescentes de 9 a 18 años.

 

¿Cómo adquiere sodio nuestro organismo?

 

Como macromineral esencial, incorporamos el sodio a través de la dieta. La absorción se produce en el intestino y, posteriormente, se lleva a los riñones donde una parte se reabsorbe y vuelve a la sangre y la otra parte se elimina a través de la orina, las heces o el sudor.

De manera natural, encontramos sodio en: agua, apio, acelgas, alcachofas, bananas, espinacas, leche, manzanas, naranjas, remolacha o zanahoria. Pero, principalmente lo incorporamos a través de la sal, que contiene un 40% de sodio y un 60% de cloruro.

Ingerimos sal tanto en forma de sal de cocina como incluida en miles de productos envasados o preparados, como: aperitivos salados, caldos, carne, fiambres, pizzas, pan, queso o refrescos, entre muchos otros. Porque el sodio tiene múltiples usos: curar carne, hornear, espesar, conservar la humedad, ensalzar el sabor o evitar la putrefacción, y el contenido en sodio aparecerá etiquetado como: glutamato monosódico (GMS), nitrito de sodio, sacarina de sodio, bicarbonato de sodio o benzoato de sodio.

Un consumo excesivo de sal puede llevarnos a padecer hipertensión, una dolencia que ocasiona enfermedades muy graves, como: aneurismas, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio, insuficiencia renal, demencia, accidentes cerebrovasculares, retinopatía, cardiopatía o neuropatía óptica. Tan solo consumiendo la cantidad diaria de sodio recomendada por la OMS, evitaríamos más de dos millones de muertes anuales.